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5 posturas de yoga para niños hiperactivos

Clayton es un niño lleno de vitalidad y energía. Sin embargo, le cuesta trabajo concentrarse y quedarse haciendo una misma cosa por mucho tiempo. Su mamá llo llevó a un centro de Yoga en Nevada y después de 6 meses, Clayton es capaz de tomar toda la clase de media hora de yoga para niños.

Askew, una psicoterapeuta e instructora de yoga, que de niña también padeció de hiperactividad comenta:  “Regularmente los niños hiperactivos se distraen y les cuesta trabajo quedarse concentrados en una sola postura, pero a través del tiempo, si el niño se disciplina, encontrará en el yoga muchos beneficios”.

El yoga enfatiza la auto-percepción fisiológica que propicia el hecho de que el niño pueda poner atención en sí mismo y no en todo lo que está a su alrededor. “El yoga te hace sentir comodo con tu propia piel.

Entre otros de los beneficios que los niños pueden encontrar en el yoga se encuentran:

-La estructura.- En el yoga se trabaja con patrones sistematicos de movimiento y que proporciona al niño retos progresivos. Esto le ayudará a organizar su energía creativamente y a comprometerse sostenidamente a largo plazo.

-La coordinación.- A los niños hiperactivos les cuesta trabajo seguir las reglas y ser coordinados a nivel físico. El yoga les ofrece una posibilidad de ejercitarse al proveerles de ejercicio físico y movimientos coordinados, aprender a tener un cuerpo alineado y a moverse de forma fluído cambiando la atención sin estrés y sin tener la presión de la competencia, que normalmente viene incluída en los deportes que se practican en equipo”, concluye Askew.

 

¿Cómo enseñarle yoga a los niños hiperactivos?

  1. Ten paciencia y enfócate en ti mismo para mantener la calma.
  2. Piensa rápido y creativamente para que tu hijo no se aburra.
  3. Prende una vela y un incienso de sándalo para ayudar al niño a entrar en un ambiente de calma y serenidad. O utiliza aromaterapia de lavanda, que es muy tranquilizante.
  4. Sigue la misma rutina de posturas que aquí se mencionan y eventualmente añade una diferente. Esto te ayudará a propiciar una estructura mental.
  5. Manten las distracciones al máximo para que los niveles de estimulación sean bajos y pueda procesar mejor la información sensorial.

 

Posturas

  1. Tadasana. Postura de la montaña.-El niño debe de empezar poniéndose de pie con las piernas abiertas a la altura de la cadera. Hay que cuidar que los pies no estén abiertos hacia los lados y pedirle que apoye el peso de su cuerpo y lo distribuya en todas las partes del pie. Parte externa del pie. Parte interna del pie. Talón. Dedos de los pies. Metatarsos.  Los brazos y los hombros relajados. El peso del cuerpo cayendo hacia la tierra. La columna vertebral recta. Y alargar la cabeza en dirección al cielo. Al hacer esto el niño va a poder sentir su cuerpo conectado con la tierra y una sensación de calma. Puede respirar en esta postura por al menos cinco respiraciones lentas y pausadas. Para que permanezca en la postura, díle a tu hijo que se imagine una montaña y que haga como si fuera una. Quieta y estable. Esta postura y todas las posturas de pie, son ideales para que el niño pueda practicar el escuchar y quedarse en el momento presente.
  2. Utanasana.- Posteriormente se ha de pedir al niño que inhale profundo, microflexione las rodillas y estire los brazos hacia arriba. Que inhale y al exhalar rote la cadera hacia atrás, de tal modo que el torso vaya hacia delante en dirección a los muslos. El movimiento debe de ser muy lento. Una vez que este en la postura, el niño debe de soltar los brazos como si fueran los de un titere. Respirar tres veces y pojsteriormente desenrollar la columna vertebral lentamente hasta llegar a una posición vertical. Esta transición debe de ser muy lenta. Lo último que debe de subir es la cabeza y una forma de ayudarle a concentrarse es pedirle que trate de contar cada una de las vertebras al ir desenrollando la columna. Esta postura relajará todo el sistema nervioso central del cuerpo y le proporcionará una sensación de frescura. Es ideal para cuando el niño se siente tenso o nervioso.
  3. Postura del árbol.- Para hacer esta postura hay que iniciar en la primera posición (Tadasana. Postura de la Montaña). Las piernas abiertas a lo ancho de la cadera y los pies verticales. Pídale a su hijo que cierre los ojos y que visucalice  un árbol enfrente de él. Que visualice sus ráices fuertes y creciendo debajo de la tierra y que vea la suavidad de sus ramas con movimiento. Ahora que abra sus ojos y muy lentamente apoye el pie izquierdo en la ingle derecha. Es ideal que al apoyar el pie lo presione ligeramente sobre la parte interna del muslo para que no se resbale y gane estabilidad. La espalda esta recta y la mirada viendo un puntoo fijo al frente. La respiración muy suave y los hombros relajados. Puede permanecer un minuto trabajando con el pie izquierdo y luego repetir la postura con el pie derecho doblado sobre la ingle izquierda. Trate de hacer la postura con su hijo. Se divertirán mucho y el hecho de tratar de encontrar el equilibrio, será un buen reto para que su hijo se mantenga concentrado y propicie la coordinación y el equilibrio.
  4. Balasana. Postura del niño.- En está postura buscamos que el niño puede tener una conexión con la tierra que le permita tranqulizarse y relajarse. La postura imita a la de un bebé que está adentro del vientre de la mamá. Usted puede preguntarle a su hijo que al hacerla recordará la sensación de estar en su vientre. El niño ha de sentarse sobre los talones y simplemente poner la frente en el piso. Relajar por completo los brazos a los lados del cuerpo. Esta postura relajará todo su cuerpo y le ayudará a sentir paz.
  5. Parado de hombros. Salamba Sarvangasana. La siguiente postura es un reto para si hijo, pero es muy importante de realizar, porque favorece el flujo sanguíneo, permitiendo una mayor oxigenación, mejorando la memoria y fortaleciendo el sistema inmunológico. Produce un estado de relajación general. Recostado hacia atrás.  El niño ha de relajar el pecho y dejar la espalda sobre el piso. Posteriormente y con mucha suavidad, el niño debe de impulsarse para que elevar el torso, hasta que las piernas hasta que queden estiradas a 90 grados. La respiración es lenta y suave permitiendo que se abra la zona del pecho y la garganta. Inhalar. Retener un momento. Exhalar lentamente. Retener y volver a inhalar. Seguir por 10 respiraciones y salir muy lentamente de la postura. Después se sugiere que su hijo descanse sobre su espalda el tiempo que sea posible en postura de relajación (Savasana).

 

Trata de practicar con tu hijo estas posturas al menos tres veces a la semana y si deseas posteriormente incluír más posturas o inscribirlo en una clase de yoga para niños, a continuación te dejo algunas recomendaciones que sirven de guía.

 

 

 

 

Bibliografía

Children´s Book of Yoga. Thia Luby. Ed. Clear Light.

www.yogajournal.com

Sitios recomendados:

www.yoga.com.mx

www.yogakids.com

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