5 hábitos para desarrollar la empatía

5 hábitos para desarrollar la empatía
Por Ana Paula Domínguez (@anapauyoga)

En un artículo publicado en la revista de The Greater Good Science Center de la Universidad de Berkeley, Roman Krznaric nos habla sobre la empatía.

La empatía se puede definir como el hecho de ser capaz de sentir lo que sienten los otros.
La empatía se define también como la capacidad de ponernos en el zapato de otro, entendiendo sus sentimientos y perspectivas y usar ese entendimiento para guiar nuestras acciones.

Ojo. Cuando hablamos de empatía, no vayamos con la regla de oro: “Has con los otros lo que quieres que hagan contigo”, porque como digo Bernard Shaw, No hagas con los otros lo que quisieras que te hicieran a ti, porque es posible que tengan diferentes gustos. La empatía se trata justamente de eso, descubrir los gustos del otro.

Roman Krznaric dice que ser empáticos es un hábito que puede mejorar nuestra calidad de vida.
Y eso es lo que lo hace diferente de la piedad. Biólogos como Frans de Waal, han demostrado que somos animales sociales que hemos evolucionado para cuidar de los otros. Y la empatía no solo se desarrolla en la niñez, nosotros podemos nutrirla a lo largo de nuestras vidas y la podemos usar como una fuerza de transformación social.

¿Cómo puedo expander mi capacidad de ser empático?

Acá Krznaric nos recomienda 6 hábitos para desarrollar la empatía.
1. Hábito. Cultiva la curiosidad por los extraños. Habla con la persona que se sienta a lado de ti en el transporte público, no examines, cuestiona. La curiosdad expande nuestra empatía cuando hablamos con personas fuera de nuestro circulo social. Cultivar la curiosidad va más allá de platicar sobre el clima, pero más bien de tratar de entender el mundo adentro de la cabeza de la otra persona. Ponte el reto de hablar con algún extraño cada semana.
2. Hábito. Reta tus prejuicios y encuentra cosas en común. Estamos acostumbrados a usar etiquetas como fundamentalista, o yuppie o hippie o loco. Sal de esa zona en la que dejamos de apreciar la individualidad y busca lo que tienes en común.
3. Hábito. Prueba la vida de otro. A veces necesitamos tener la experiencia de la empatía. Como decía un proverbio de los indios americanos, “camina una milla en los zapatos del otro, antes de criticarlo. George Orwell es un modelo que nos inspira a esto. Después de ser oficial de la policía en los 20´s, decidió vivir como marginado. De ahí resultó su libro Abajo y afuera de Paris y Londres, en donde plasma un cambio radical en sus creencias, prioridades y relaciones. Una manera de practicarlo podría ser si eres religioso, a un servicio de otra religión o ser voluntario en alguna comunidad en desarrollo. Como decía John Dewey, “la educación genuina, viene a través de la experiencia”.
4. Hábito. Escucha y amplía tu perspectiva. Hay dos tratos requeridos para ser un conversador empático. Uno de ellos es tener la maestría para escuchar, que quiere decir estar presente a lo que está sucediendo, a los sentimientos de esa persona en ese momento. Y el segundo trato es el hacernos vulnerables, remover nuestras máscaras y revelar nuestros sentimientos al otro, esto es fundamental para crear fuerte lazos de empatía.
5. Hábito. Desarrolla una imaginación ambiciosa. La empatía ha de ser practicada no solo con aquellos que viven marginados o en sufrimiento, sino también con aquellos con los que no compartimos las mismas creencias o que de alguna manera pueden ser nuestros enemigos. Empatizar con nuestros enemigos es una forma de tolerancia social. Ser maestro de la empatía es la clave para poder trabajar en equipo.

Es muy fácil mirar hacía adentro, pero en estos tiempos, es importante interesarnos por la vida de los otros, necesitamos empatía para que exista un cambio social y un cambio radical en las relaciones humanas.