6 maneras naturales de fortalecer el sistema inmune de nuestros hijos

A pesar de haber entrado ya en pleno otoño, todavía tenemos unos cambios de temperatura durante el día que hacen que nos sintamos en el mismísimo Polo Norte a la hora de ir al colegio y acabemos sudando y quitándonos capas de ropa a medida que va pasando el día. Y como no podía ser de otra manera, con estos cambios térmicos repentinos llegan también los temidos resfriados.

Los niños están expuestos constantemente a bacterias y virus y, como ya sabemos, el hecho de que estén expuestos a ellos, no significa que vayan a enfermar sí o sí. Pero un sistema inmune fuerte es la mejor estrategia de defensa contra los resfriados comunes, gripes y otras enfermedades. Afortunadamente, existen maneras naturales para fortalecer el sistema inmunológico de nuestros pequeños.

1. Lactancia prolongada. Los primeros años de vida son la mejor oportunidad para desarrollar un sistema inmunológico robusto. La leche materna es el elixir de la inmunidad y es vital para construir un sistema inmune fuerte en los niños, ya que contiene prebióticos, probióticos y anticuerpos. Estos anticuerpos se encargan de pasar las lecciones aprendidas de la madre, mejorando así las futuras defensas del bebé. La leche materna proporciona protección contra las bacterias invasoras, infecciones de oídos y muchas otras condiciones. Sí, ¡así de poderosa es tu leche!

2. Recargar la vitamina D. Por todos es sabido que la luz del sol es la fuente de vitamina D más valiosa, vitamina que requiere el sistema inmunológico (tanto el innato como el adquirido) para funcionar adecuadamente por lo que tomar una pequeña cantidad de sol cada día es esencial para los niños.

3. Tomar probióticos. La mucosa intestinal forma parte de nuestro sistema inmune innato, y junto con la piel, representa nuestra primera línea de defensa contra invasores externos. Gran parte de las células de nuestro sistema inmunológico se sitúa a lo largo del intestino y, para evitar que entren estos invasores, debemos mantener una buena flora intestinal. Es por ello que durante el invierno o después de una enfermedad, se recomienda darle probióticos a los niños, especialmente útiles si tu hijo cuenta con un historial de infecciones de oído o problemas digestivos.

4. Llevar una alimentación saludable. En un mundo ideal, nuestros hijos deberían obtener todas las necesidades nutricionales de los alimentos. Los micronutrientes destacados para una buena salud son las vitaminas A, C y D, y los minerales zinc y selenio. Estos nutrientes y minerales esenciales para el sistema inmunológico los podemos encontrar en abundancia en una dieta basada en plantas.

5. Dormir las horas recomendadas. Es muy importante que los niños duerman las horas requeridas pues el sistema inmune recibe más energía por la noche y los déficits de sueño tienen un efecto muy perjudicial sobre su funcionamiento, elevando el riesgo de infección y cualquier otra enfermedad.

6. Bienestar emocional. Probablemente todos hayamos experimentado el efecto que el estrés y las emociones tienen sobre nuestra salud. El estrés emocional, la falta de sueño o el enfado pueden agotar el sistema inmunológico y provocar que nos enfermemos más fácilmente. Las emociones positivas y el ambiente en el que nos manejamos son elementos esenciales para la salud de nuestros hijos.

Los años escolares no tienen que estar llenos de constantes visitas al médico. Vivir cerca de la naturaleza, evitar toxinas, llevar una alimentación saludable basada en plantas y promover las emociones positivas son clave para criar niños sanos y felices.

Por Davinia Velasco