El arte de equilibrar tu vida

De acuerdo a lo que señala el autor Stephen R. Covey, “muchas veces ponemos toda nuestra energía en la familia o en el trabajo y estamos desatendiendo otras áreas de la vida”.

Recientemente un exitoso empresario compartió conmigo parte de su vida: “tengo 60 años, tengo todos los bienes materiales que pudiera imaginar, la casa que siempre soñé, una familia envidiable, pero no consigo mantener la paz mental y reducir mis niveles de ansiedad.”

Y entonces compartí con el varias preguntas:

1.- ¿Cuánto de nuestro tiempo dedicamos para ser exitosos?
2. ¿Cuánto tiempo de nuestra vida la pasamos trabajando?
3. ¿Cuánto tiempo invertimos en el cuidado de nuestro cuerpo, en procurarnos un espacio de ocio, en cuidar nuestras relaciones de pareja, en cuidar a nuestros amigos y por último y muy importante, en cultivar nuestro espíritu?

Quizás si hacemos está reflexión, podremos observar con tristeza que la balanza tiende a dirigirse a uno o dos aspectos de todos los anteriores. ¿Qué aspectos hemos descuidado en nuestra vida y a cuáles no les ponemos ninguna atención?

Si descuidamos uno o varios de estos aspectos, eventualmente el equilibrio natural desaparecerá. Y quizás sea esta una de las razones por las cuales se manifiesten síntomas comunes en nuestras sociedades como el estrés, la gastritis, el insomnio, la ansiedad, la falta de motivación, etc…

Mi padre me repetía una y otra vez a lo largo de su vida, “tu eres el arquitecto de tu propio destino” y conforme pasan los años, me doy cuenta que esto es absolutamente real.

Pero el destino lo estamos forjando con las acciones que estamos realizando en este momento.
Por eso hoy te invito a que si no lo has hecho en las últimas semanas, pongas horario en tu agenda y separes este espacio para reflexionar sobre cómo está tu vida ahora, cómo te gustaría que fuera y cuáles son los pasos que tienes que hacer para lograrlo. Pero el primer punto y más importante de todos, es que te hagas la siguiente pregunta: ¿A dónde quieres llegar?, ¿Qué es lo que realmente te gustaría hacer’ Y una vez que los sepas, podrás definir las acciones para lograrlo.

A veces lo más fácil es dejarse llevar por el ritmo vertiginoso que demanda la vida, y pareciera que alguien más vive la vida por nosotros.

Hoy te invito a hacer una pausa en el camino.

Te invito a que sea este el momento en el que haces algo diferente a lo que venía haciendo y ves si te funciona o no. Empieza con cosas simples. Quizás decidas que vas a dejar de comer alimentos fritos, pase lo que pase. O que vas a dar media hora de tu día para brindar tu presencia absoluta sin distracciones a tus hijos o a tu pareja o que vas a tener un espacio de quietud por las mañanas para agradecer.

Sé disciplinado (a) y has el ejercicio, has la pausa.

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