Por muchos años he escuchado que la práctica de meditación es una de las 8 ramas del ashtanga yoga, pero en realidad la meditación no es una práctica que puedes controlar a tu antojo siempre, para mí es un momento que ocurre durante y probablemente no es durante la práctica de asanas.
El objetivo más importante de la práctica es en gran medida una oportunidad para darle un descanso a la mente.
La meditación para mí es sólo observar con atención y sinceramente sentir si en ese momento soy capaz de estar con mi propia piel, si soy capaz de conectar con lo que soy, siempre he sido y siempre seré, existen muchas meditaciones para atraer o disolver esto o aquello, pero lograr discernir entre lo bueno y lo no tan bueno…..
En realidad yo disfruto mucho de aceptarme y perdonarme por no poder comprender cómo meditar, y me relajo en esperar que mi maestro interno me guíe hacia el corazón y desde ahí iniciar el viaje.
La práctica de asanas tampoco puede ser una meditación, debido a que la asanas requieren un esfuerzo en general y cuando entras en meditación tu yo desaparece, desaparece el esfuerzo . La práctica es más bien una herramienta que nos prepara para vivir la meditación con más enfoque y claridad.
Práctica de Asanas Vinyasa Krama
La práctica de asanas que yo hago se llama vinyasa krama y es un método en donde la respiración y el movimiento me conectan conmigo lo cual podría ser una meditación por llamarlo de alguna manera, a mí me sirve mucho practicar para soltar la tensión y ansiedad que acumulo día a día en mi cuerpo.
También me permite poner en práctica el desapego de los resultados, lo cual no significa que no me importa conseguir una postura o cualquier otro objetivo, significa que me rindo a la realidad en lugar de apegarme a las expectativas de la mente.
Para conseguir los resultados en términos de asanas, he comprobado que la mejor forma es encontrar un ritmo con la respiración, que me permita relajarme antes de iniciar una postura.
Practicar en Silencio y en Calma
Yo no estoy de acuerdo con escuchar a la mente cuando haces la práctica, me gusta practicar en silencio y aprender a sentir un movimiento natural que me haga sentir mi límite en ese momento.
Confío en la disciplina y sé que haciendo la práctica todo cambia y todo es mejor. Nadie me lo dijo yo lo sé por experiencia.
Aunque las actividades de la vida moderna son muchísimas estoy seguro que siempre se puede practicar al menos 3 veces por semana y lo más importante es que no hay prisa, la práctica es para toda la vida así que mientras tenga vida existe la oportunidad de experimentar la práctica; en pocas palabras se trata de no identificarse. No es fácil, pero tampoco imposible.
Namaste.
Por Jorge Espinoza.