En nuestro día a día compramos una gran variedad de productos derivados de las plantas, gracias a los increíbles beneficios que éstas aportan a la salud. Además de los vegetales, frutas, granos y sus derivados, la industria de cosméticos para cuidado personal y para la limpieza se sirve de innumerables extractos vegetales para dar aroma o por sus cualidades desinfectantes, regeneradoras, hidratantes, entre otras. Incluso para la medicina la primera fuente de recursos han sido los extractos vegetales, con innumerables beneficios para la salud. Es evidente la importancia que las plantas tienen para el hombre y el ambiente en general.
Sin embargo a finales de los años 50 comenzó a utilizarse elementos químicos aislados para abonar los cultivos y para protegerlos de plagas, al observar su efecto violento sobre los insectos y malezas. Y la reacción inmediata de las plantas al abonarse de esta manera. Hoy en día la mayoría de los ingredientes que se utilizan en el procesamiento de alimentos y cosméticos provienen de cultivos manejados agronómicamente de forma intensiva, utilizando agroquímicos para aumentar los rendimientos del cultivo y así satisfacer la densidad poblacional.
Pero realmente ¿Qué son los agroquímicos? Son sustancias químicas sintéticas utilizadas en la agricultura (plaguicidas, herbicidas y fertilizantes), que permanecen en el agua, el suelo y las plantas, así como en los alimentos producidos con ellas y sus derivados. El manejo de agroquímicos mundialmente ha traído grandes consecuencias al medio ambiente como la pérdida de fertilidad en los suelos y contaminación de las aguas debido a la filtración de los residuos químicos en el subsuelo contaminando los mantos freáticos, además alteran la biodiversidad en los ecosistemas. Asimismo, el uso indiscriminado de estos productos agrícolas ha traido graves efectos para la salud, ocasionando enfermedades como cáncer, malformaciones congénitas, diabetes mellitus, ceguera, nacimientos de infantes descerebrados, esterilidad e incluso afecciones cardiacas, todo esto según estadísticas de la FAO (Food and Agriculture Organizations, por sus siglas en inglés).
En vista de estos grandes problemas, muchos países se han interesado en desarrollar productos hechos a base de cultivos orgánicos, como alternativa en el uso de los productos convencionales.
¿A qué nos referimos con cultivos orgánicos?
Son cultivos que en su manejo agrícola han utilizado métodos naturales y tradicionales para el control de plagas y fertilización del suelo, productos ecológicos y biodegradables, cuyos componentes se incorporan de nuevo a la tierra, formando parte del ciclo de la naturaleza. El consumo de alimentos y productos derivados de cultivos orgánicos, garantiza la ausencia se metales pesados, agentes dañinos y asegura que la estructura genética de la planta usada no haya sido alterada, por lo que podríamos decir que son más confiables. Mas el mercado de productos orgánicos en México está aún en crecimiento, muchas comunidades están produciendo en regiones remotas a las ciudades, encareciendo el producto por el transporte y por la no mecanización de su proceso de elaboración. Lo cual se traduce en una producción de menor volumen que la de una empresa grande o una trasnacional.
¿Porqué las trasnacionales no prefieren comercializar los productos orgánicos?
Es sencillo, un producto orgánico carece de conservantes que puedan dañar al consumidor o al ambiente, por lo que puede caducar en un lapso menor de tiempo que uno inorgánico. Otro motivo es la competitividad del precio en el mercado. Una empresa grande puede comprar cantidades considerables de materia prima abaratando costos, luego el procesamiento es casi totalmente automatizado lo que ahorra el pago de un grupo de empleados. También la materia prima de origen inorgánica proviene de cultivos extensivos, diseñados para satisfacer el hambre y/o las necesidades del mundo donde los mecanismos también están automatizados y el uso de agroquímicos de cierta forma garantiza una buena producción, sin riesgos por plagas, excesos de lluvia o sequía. Por esta misma necesidad de garantizar el éxito de los cultivos muchas plantas se han modificado con genes animales y de otras plantas para hacerlas más resistentes e incapaces de reproducirse naturalmente.
Los productos orgánicos están en pleno auge, ya que los métodos agrícolas intensivos que se utilizan en la agroindustria han sido señalados por el movimiento ecologista por su insustentabilidad ambiental y por la exposición de los cultivos a pesticidas tóxicos. Actualmente, los consumidores pueden tener la garantía de que los productos naturales que compran son realmente orgánicos, ya que existe un sistema de certificación orgánica, el cual está en consolidación y busca que alguna organización avale si ciertos productos son orgánicos o no.
La decisión está en cada persona al momento de comprar y las opiniones respecto a este tema resultan muy variadas al tomar en cuenta las ventajas y desventajas tanto de los productos orgánicos como de los productos convencionales.
Cascada del duende
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