Ingredientes:
Lentejas o garbanzos
Alga Kombu
Limones
Aguacate
Jitomates
Zanahorias
Jícama
Cebolla cambray
Huevo duro
Salsa de chiles rojos
Cilantro
Salsa de soya
Oliva
Procedimiento:
Dejar las legumbres en remojo de un día para otro. Luego poner a cocer en agua con un trozo de alga Kombu (ésta eliminará el hidrógeno de las legumbres para no tener una mala digestión), éstas se cuecen de 25 a 35 minutos. Cuando estén al punto, retirar del fuego y colar inmediatamente bajo agua fría para cortar la cocción. Ponerlas en jugo de limones para que el mismo las termine de cocer y llevar a refrigeración. Cortar en cubos chicos de 2 a 3 milímetros de espesor, zanahorias, jícama y jitomates. Hervir los huevos hasta que queden duros, pelar y cortar por mitades. Picar el cilantro, no muy chico. Y de las cebollas cambray sólo utilizará la parte verde que cortaremos finamente en anillitos.
Armado:
Recomiendo presentarlo en una copa cevichera transparente, ya que la gama de colores alimenta la vista y nos prepara para comenzar a segregar las enzimas que sintetizarán los vegetales y las legumbres. Primero colocamos las legumbres en el fondo con un poco del jugo en el que estuvieron reposando y sobre ella una buena cantidad de cebollas cambray picadas. Luego utilizando una cuchara sopera incorporaremos: zanahorias, jícama y jitomates, sobre ellos agregaremos un poco de aceite de oliva y salsa de soya (prefiero salar con soya por sus propiedades y ésta aporta un sabor bastante peculiar al plato). Luego el cilantro picado y dentro de la copa y a un lado unas 3 rodajas de aguacate y del otro lado un huevo al medio. Volvemos a incorporar a estos últimos, un poco de salsa de soya y oliva. Y para el final nada mejor que un buen aceite de chile o salsa, pero de chiles rojos para darle picor al ceviche de vegetales y legumbres, mi combinación favorita es chile cola de rata o pasilla.
Es una receta preparada con conceptos de cocina macrobiótica y americana con productos mexicanos, la perfecta combinación para balance y armonía en el cuerpo.
Por: Mariano Garcés