Hoy quiero agradecer por la respiración, por la relajación, por la meditación… porque sin ellas no hubiera sido posible una vida tan consciente durante cada día de este año:
AGRADEZCO A LA RESPIRACIÓN, porque me permitió volver a mi centro una y otra vez; que durante el Taller Vivencial para Manejo de Estrés que diseñé, co-creé e impartí, me recordó su vital importancia, su presencia silenciosa, su efectividad arrolladora en los momentos que uno no enumera en el recuento del año por amargos, incómodos y difíciles. Gracias a mi respiración pude permanecer estoica cuando el amor reapareció este año, evitando que me volcara y me aventara de boca, y, por el contrario, permitiéndome disfrutar cada acercamiento suyo, cada suspiro arrancado. Inhalar me recordó momento a momento que en 2014 estuve viva, enamorada, agradecida y exhalar me recordó momento a momento que en 2014 hubo tensión, estrés y apegos que definitivamente me habitaron y lograron soltarse.
AGRADEZCO A LA RELAJACIÓN, porque me permitió guiarme y guiar a personas estresadas ayudándoles a descender su curva de autoexigencia, de logratividad, de sobreagenda, y a encontrar en ella, la puerta de regreso a su cuerpo, su casa. Entendiendo que debe haber un momento de cada día en que no haya nada que alcanzar, nada que perseguir, nada que lograr: un verdadero momento de no hacer nada. Savasana, la postura de relajación por excelencia, es un premio, después del esfuerzo, de la disciplina, de la restricción conciente, se practica la rendición al no hacer.
Gracias a la relajación pude darme cuenta que el amor caminaba por la banqueta justo al lado mío, pude olerlo y reconocerlo a través de todos mis sentidos, en este marzo soleado de mi vida, que seguramente, si hubiera estado enfocada, como en otro tiempo, en el sobre estímulo cotidiano, no lo hubiese siquiera notado.
AGRADEZCO A LA MEDITACIÓN, porque pude aprender, practicar y enseñar meditación mindfulness o meditación de conciencia plena, convirtiéndose en la pieza preciosa que hizo embonar a todas, en el rompecabezas de este 2014. Gracias a su efecto silencioso y espacioso, pude quitar patrones reactivos de mi vida, y diseñar acciones creativas en el aquí y el ahora. Pude poner al punto, mi Conferencia sobre las 8 Ramas del Yoga, y mi Taller para Manejo de Estrés, para transmitir, compartir y comunicarme con más y más personas. Para ponerme en manos de Dios y pedir serenidad, iluminación y claridad ante la inminente irrupción del amor en mi vida, con su compleja realidad, y así poder reconocer la “necesidad básica que está detrás de cada una de las emociones” citando a mi maestro Kavindu.
Respiración, relajación y meditación, me ayudaron a ser la protagonista en la película de mi vida en este 2014, a renunciar a ser un personaje secundario, y decir, este año va por mi. Más que nunca, reconozco que las escenas anteriores tienen sentido, esas las que quisiera editar del guión de mi vida, el abuso infantil, los duelos, el divorcio, las mudanzas, el secuestro. Pero en la prisa de querer ver la relación causa y efecto de manera editada, inmediata y medible que exigimos los seres humanos al tiempo, me era muy difícil verlo. Hay que vivir en actitud de espera, ahí donde habita la esperanza y la confianza que en su perfecta y misteriosa sincronía premian. Soprendiéndome, tanto en mis prioridades personales, con la llegada del amor de pareja que con su poderosa energía abrió de nuevo mi corazón, mi lastimado, desconfiado y duro corazón; como en mis prioridades profesionales, puliendo mi dharma o propósito de vida como comunicadora nata.
Porque en la lista de actividades a realizar hoy no hay imposibles, permítete agradecer y desde ese lugar sagrado, expandirte a la posibilidad de los próximos días de tu presente.