De acuerdo a investigaciones realizadas por la Universidad de Harvard: “No hay una ingesta diaria recomendada de probióticos, por lo que no hay forma de saber exactamente qué alimentos fermentados o qué cantidad es mejor. Por lo tanto, la pauta general es agregar la mayor cantidad posible de alimentos fermentados a tu dieta diaria.”
¿Por qué alimentos fermentados? “Los alimentos que se fermentan pasan por un proceso de lactofermentación en el que las bacterias naturales se alimentan del azúcar y el almidón de los alimentos, creando ácido láctico. Este proceso crea un entorno que conserva los alimentos y promueve enzimas beneficiosas, vitaminas B y ácidos grasos omega-3, así como varias especies de bacterias benéficas.”
La fermentación toma un tipo de alimento y lo transforma en otro tipo. Por ejemplo, la col se convierte en chucrut, los pepinos en pepinillos, la soya en miso y la leche se puede convertir en yogurt, quesos y crema agria.
Los alimentos fermentados más comunes que contienen probióticos de forma natural: Kéfir, kombucha, chucrut, encurtidos, miso, tempeh, kimchi, pan de masa fermentada y algunos quesos. El contenido de probióticos de los productos de yogurt puede oscilar entre 90 mil millones y 500 mil millones de CFU por porción. (CFU significa unidades formadoras de colonias, que es la cantidad de bacterias que pueden dividirse y formar colonias). Busca las palabras “cultivos vivos y activos” en la etiqueta.