
07 May ¿Cómo usas tu fuerza en la práctica?
Fuerza para hacer música
En estas vacaciones estuve en Veracruz, en un seminario de Son Jarocho, campamento de una semana, en donde tomamos clase bajo los árboles, a la orilla de un rio. En ese espacio tan bonito y especial, una conversación brilló, entre dos maestros de zapateado… hablaban de Abhyasa, el esfuerzo justo, al recomendarle a una alumna que no golpeara tan fuerte, que ellos habían aprendido a conservar sus rodillas sanas, al usar solo el peso de las piernas para golpear con los pies, o quizá un poco más, solo lo suficiente para hacer música.
En la práctica de Yoga, como principiantes, ejercemos la fuerza para las posturas de distintas maneras, y en general con rudeza, de manera tosca, o bien con debilidad para sostener el cuerpo, especialmente en nuestro centro.
Con el tiempo la práctica nos va haciendo más fuertes, pero también nos va enseñando cómo usar el movimiento y la atención, para regular y direccionar la fuerza, aprendiendo a utilizar sólo la necesaria para cada acción. Lo bueno es que esto lo vamos llevando a la vida, lo cual nos permite hacer más sin cansarnos, respirar plenamente mientras nos esforzamos, mantener espacios en las articulaciones durante momentos de carga o estrés, y en general sentirnos más fuertes en todo sentido.
Los siguientes principios (de movimiento y conciencia corporal) nos ayudan a regular nuestra fuerza, como cuando afinamos un instrumento:
-el ceder el peso antes de empujar,
-el soporte precede al movimiento, (encuentra tu apoyo antes de moverte)
-la organización y fluidez entre centro y extremidades
-la liberación de la respiración,
nos permiten cultivar una fuerza organizada, armónica…la fuerza de la inteligencia natural del cuerpo.
Las conexiones hacen las correcciones
Para vivenciar los principios de movimiento, nos sirve encender las siguientes conexiones:
-de partes del cuerpo entre si,
-de la respiración con el movimiento,
-del diálogo con la tierra y el traslado inteligente del peso a través de los huesos,
-de la escucha o atención necesarias para esperar que el movimiento se inicie desde lugares menos despiertos
Así ya no necesitamos corregir desde afuera los múltiples detalles de las posturas, sólo debemos recordar enfocar nuestra atención en ciertos puntos o cualidades, logrando que con eso se realice una corrección en el alineamiento, al generarse una conexión del cuerpo total.
La fuerza de lo sutil
La curiosidad y el interés en tí mismo y tu relación con el medio, se convierten en una gran oportunidad para sanar, para desmantelar las huellas de defensa o dolor, que restringen la libertad de movimiento.
La naturaleza, la vida y nuestro cuerpo están plenos de inspiración y nutrición…Si refinamos nuestra mirada y abrimos los canales de escucha, contemplación y diálogo, nos sorprendemos al encontrar la fuerza de lo sutil, que nos mueve con ligereza y nos reorganiza, regalándonos fluidez, gracia y resiliencia.
Por Ivana Sejenovich
Habrá un retiro para que encuentres el soporte que necesitas para tu práctica: