Hay una película que me impactó notablemente por su la calidad de su manufactura y lo perturbador de se trama. Se trata de Animales nocturnos (E.U., 2016) dirigida por el cineasta y diseñador Tom Ford con las actuaciones de Amy Adams, Jake Gyllenhaal y Michael Shannon, entre otros.
Este thriller de suspenso (no recomendado para menores de 16 años) gira en torno a la galerista Susan Morrow (Amy Adams). Su trabajo en Los Ángeles le ha traído gran éxito y reconocimiento lo que le permite gozar de una vida privilegiada.
Durante un fin de semana, su marido sale a Nueva York y ella recibe un paquete. Se trata del manuscrito que su ex esposo, ahora novelista, ha terminado. La narrativa atrapa de tal manera a Sharon que no puede dejar de leer y comienza a cuestionar su propia vida. A partir de ese momento, somos testigos de dos historias que se desarrollan en paralelo. Por un lado, está la novela y por otro, las dudas existenciales de la protagonista que se da cuenta que ha desperdiciado su vida hasta llegar a un estado de infelicidad y depresión.
Al terminar la película, me pregunté en qué momento nuestras decisiones nos impiden ver con claridad qué nos daña y nos aleja de una existencia pacífica y de ecuanimidad.
Me llamó la atención una escena: durante una elegante cena, llena de celebridades, una de sus amigas le pregunta si ya había visto al especialista que le había recomendado para resolver sus problemas de insomnio y depresión. Y ella responde que no ha tenido tiempo pero que tampoco sentía que tenía el derecho de sentirse “infeliz” pues lo tenía todo.
Sin ahondar en detalles sobre el final, la protagonista se percata, quizás demasiado tarde, que había dejado atrás las cosas que la hacían realmente feliz.
Así pues, no puedo más que pensar en las enseñanzas del Vedanta. En el Vivekachoodamani, Sankara destaca el valor de un nacimiento humano. Son muchas las circunstancias que nos permitieron llegar hasta este momento. Desde nuestros padres, los doctores que atendieron el parto y luego, las personas que nos cuidaron y velaron por nuestro bienestar. Por eso, tener un nacimiento humano es uno de las primeras señales de que somos afortunados.
Luego, si albergamos un anhelo genuino por la liberación, es decir, por desarrollar una conciencia plena para entender que nuestras acciones traen consecuencias y que éstas determinan muchas de nuestras circunstancias, entonces podemos asegurar que somos doblemente afortunados.
Y finalmente, si a estas dos circunstancias, añadimos la capacidad para entender y asimilar las enseñanzas de un maestro de sabiduría, entonces tenemos una oportunidad que no podemos perder. El Vedanta señala que estas tres situaciones se dan como el resultado de haber acumulado varias vidas de mérito y buenas acciones. Entonces ¿por qué desperdiciar esta vida humana?
Más adelante, el mismo Sankara explica que el hombre desaprovecha esta oportunidad porque vive atrapado en el samsara, es decir, en el ciclo de nacimiento y muerte en el mundo. Un ser así considera que es víctima de las circunstancias y no cuestiona su realidad que está en constante cambio. Considera que la felicidad radica en acumular posesiones, relaciones, en obtener reconocimiento y considera que éstos siempre estarán ahí. Pero se olvida de que el mundo va más allá de estas fluctuaciones de la mente que solo desea, desea y desea más. Y esta manera de conducirte solo traerá más sufrimiento a la vida. Por eso, Swami Chinmayananda es directo y ahonda en el Vivekachoodamani lo que Sankara destaca con el siguiente comentario: “No hay ser más tonto que aquel que siendo bendecido por un nacimiento humano y las capacidades mentales e intelectuales, no las destine a un propósito más elevado: el de la autorealización y el autodescubrimiento”.
Así que, después de ver esta película de Tom Ford, refuerzo mi intención y mi anehlo de que siempre tenga la claridad, la valentía y el discernimiento para apreciar lo valioso de este nacimiento humano y que aproveche la oportunidad para llevar una vida más plena, con menor sufrimiento.
Daniel Mesino (Dan Sam) es maestro e instructor de yoga además de ser editor de libros. Su twitter es @omyogahoy