El fin de un año simboliza el termino de un ciclo y el inicio de otro. Es un buen momento para que en familia puedan hacer varias actividades en conjunto y aprovechar al máximo esta oportunidad para replantearse cómo es que desean iniciar el nuevo ciclo. Te propongo tres actividades que puedes sugerir a los miembros de tu familia. Explícales que es una oportunidad para unirse más, conocerse y compartir de forma muy profunda. Y si alguno no desea participar respeta su decisión tranquilamente.
La purificación del hogar
Dentro de las principios personales (niyamas) del yoga, la purificación (shaucha) se recomienda como una observancia ideal para seguir en la vida. Quizás alguna vez te ha pasado que por alguna circunstancia empiezas a acumular papeles y objetos en casa. El clóset está lleno de ropa y en general impera el desorden. No sabes como seguir adelante hasta que un día decides organizarlo todo. Durante un año, es muy factible que en mayor o menor medida esto pueda estar sucediendo, por lo que este es el mejor momento para tirar los papeles que ya no necesitas, borrar los correos electrónicos innecesarios, y donar la ropa que no has usado en todo el año.
Para purificar el ambiente y prepararse para recibir el nuevo año en familia pueden realizar lo siguiente:
- Dividan la casa en diferentes secciones y por medio de una rifa, decidan cuál parte de la casa será la que pasará por el proceso de purificación, armarios, baños, cocina. A limpiar todo y a sacar lo que ya no se necesita. Hagan una revisión exhaustiva de los objetos decorativos que solamente ocupan un lugar en la casa, pero que quizás no cumplen con una función práctica. Más adelante pueden donar estos artículos y/o organizar una “venta de garage”.
Limpiar mente y emociones
Elijan un momento especial para realizar la actividad de purificación mental y emocional. Se pueden sentar en una mesa y empezar a escribir un texto o una lista de las situaciones o actitudes que consideran que les ocasionaron infelicidad o que les causaron un problema. Quizás una actitud de poca tolerancia, una cierta reacción ante ciertos eventos, o alguna experiencia en particular que haya sido dolorosa. Escriban todo lo que sientan que ya no desean en su vida y posteriormente en un lugar seguro y guiado por un adulto, hagan una pequeña fogata y ahí dejen ir en familia todo eso que ya no quieren en sus vidas.
Meditación para la abundancia
Siéntense en un círculo y pónganse cómodos. La espalda debe de estar lo más recta posible y pueden incluso poner un cojín para sentarse encima de el. Ahora pongan sus manos a la altura del corazón. Giren las palmas de las manos hacia arriba y junten los dedos meñiques de la mano, para que sus manos asemejen una vasija. Empiecen a respirar de forma muy suave tratando de concentrar su atención en el área del corazón y que alguno de los miembros de la familia lea la siguiente meditación:
Respiro y con cada respiración recuerdo que estoy vivo. Con cada inhalación y con cada exhalación permito que el aire llegue a cada una de los trillones de células que conforman mi cuerpo. Sigo respirando y lo hago de forma muy gentil y suave. Cuando inhalo, observo la temperatura del aire que entra y toca mis fosas nasales. Cuando exhalo, observo la temperatura del aire que sale por mis fosas nasales. Siento el peso de mi cuerpo que cae sobre la tierra. Soy perfecto como soy. Soy sano. Soy feliz. Soy maravilloso tal y como soy. Sigo respirando y permitiendo que mi respiración sea cada vez más amplia. Con cada inhalación permito que el aire expanda mis costillas hacia los lados. Con cada exhalación observo como se contraen las costillas y permito que salga todo el aire por completo. Respiro y recuerdo que estoy vivo. Visualizo mis manos y me imagino que son como una vasija. Visualizo el color del cielo y recibo el cielo en mis manos. Permito que toda la abundancia del universo me tome y la recibo en mis manos que ahora asemejan a una vasija. Conecto con mi corazón y me doy la oportunidad de sentir qué es lo que realmente quiero en mi vida, qué es lo que realmente deseo con mi corazón de forma profunda y mucho más allá de las cosas materiales, qué es lo que realmente necesito para ser feliz. Me visualizo así ya siendo feliz y siendo yo mismo perfecto y maravilloso y compartiendo lo mejor de mi con los demás. Lentamente tomamos juntos en familia una inhalación profunda. Retenemos el aire cinco segundos. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Y lentamente permitimos que el aire salga lentamente. Repetimos está respiración final dos veces y relajamos las manos hacia las rodillas.
Al terminar podemos compartir en familia nuestras intenciones, deseos y lo que experimentamos durante la meditación.