El yoga es una disciplina muy antigua, originada en la India, que sigue vigente. La palabra deriva de “yug” que significa “unión” y puede proporcionar a nuestros hijos herramientas prácticas para que aprendan a vivir de forma saludable, en armonía y felices.
LOS BENEFICIOS
I
IMAGINACIÓN
Las posturas de yoga se inspiraron en elementos de la naturaleza, como los animales y los cinco elementos. Al practicar las posturas, el niño aprende a imaginar las cualidades de la naturaleza y a integrarlas en su ser.
F
FLEXIBILIDAD Y SALUD
El yoga, además, les proporcionará flexibilidad de cuerpo y mente, y tiene un efecto positivo en su salud.
R
RELAJACIÓN
Vivimos en un mundo muy acelerado, que definitivamente tiene un efecto sobre nuestros hijos, desgraciadamente no siempre positivo. Motivarlos a practicar yoga es enseñarles a vivir una vida en donde sean capaces de manejar el estrés.
S
SOCIALIZACIÓN
La práctica de yoga promueve la cooperación, la autoestima y la empatía.
A
ATENCIÓN
Además, a través de las posturas de yoga, los pequeños tienen la posibilidad de poner atención en su proceso respiratorio y en cómo el respirar atentamente, les produce un estado de calma y de bienestar.
¿CUÁNDO EMPEZAR?
Idealmente, se recomienda que el niño comience a practicar yoga a partir de los 3 años; a esta edad el acercamiento se da como una forma de juego. A partir de los 6 años, los niños están más preparados para realizar las posturas y mantener la atención por más tiempo.
ANTENAS BIEN PUESTAS
Si ustedes no practican yoga, existen otras formas de transmitir a sus hijos esta disciplina. A continuación les propongo varias prácticas relacionadas con los cinco sentidos, que pueden ser muy divertidas para los niños. Pueden experimentar con una de las propuestas o combinar:
O
OÍDO
– Repitan un mantra sencillo como OM (se pronuncia “Aum”) durante un minuto.
– Escuchen música relajante o clásica.
– Oigan el sonido de una campana o escuchen caer la lluvia.
T
TACTO
– Denle un masaje a su hijo.
– Toquen la tierra mojada.
– Dense un abrazo.
G
GUSTO
– Disfruten del sabor de una manzana. Sientan el jugo y las sensaciones al masticarla.
– Degusten un limón y traten de describir el sabor al probarlo.
– Venden los ojos a su hijo y denle a probar diferentes sabores.
V
VISTA
– Observen la flama de una vela o una fogata.
– Contemplen el movimiento de las nubes.
– Disfruten del paisaje de la naturaleza en el campo, bosque, montaña…
O
OLFATO
– Prendan un incienso y disfruten del olor del mismo.
– Permítele oler diferentes tipos de esencias de aromaterapia, como lavanda para la tranquilidad y geranio para el equilibrio.
– Ten en casa flores como la Casablanca o el Nardo, que despiden un delicioso aroma.
La autora es fundadora del Instituto Mexicano de Yoga e instructora certificada de kundalini