El Ámbar es una “piedra” cargada de muchas propiedades curativas para el ser humano por ser un antibiótico natural fosilizado desde hace 40 millones de años, se considera “piedra” viva, por lo que no tiene caducidad y su efecto es de por vida.
Con el simple hecho de portarla en contacto con la piel, se transmiten de forma segura y natural los componentes del Ámbar hacia el cuerpo. Ha demostrado ser un excelente aliado en el tratamiento del bienestar de los bebés y niños, contribuyendo de manera natural a calmar el malestar causado por la dentición, disminuye el exceso de babeo, desinflama las vías respiratorias, acelera la cicatrización de heridas, fortalece el sistema inmunológico y revitaliza el organismo en general.
A los adultos nos ayuda a desinflamar la garganta, estómago, vejiga, hígado y vesícula biliar, alivia problemas de articulaciones y favorece la revitalización de los tejidos. Sirve para curar heridas y es un excelente antibiótico natural. Tiene intensas conexiones con la Tierra. El Ámbar es una poderosa sanadora y que aleja las enfermedades del cuerpo. Absorbe las energías negativas y las transmuta en fuerzas positivas que estimulan la auto-sanación corporal. Es una piedra protectora.
Psicológicamente, aporta estabilidad a la vida, también motiva. Mentalmente, el Ámbar, estimula el intelecto, favorece un estado mental positivo, además de la expresión creativa. Aporta equilibrio y paciencia. Emocionalmente, el Ámbar favorece la paz y desarrolla la confianza. Espiritualmente, el Ámbar, promueve el altruismo y aporta sabiduría. A nivel físico, llena el cuerpo de vitalidad y tiene el poder de expulsar la enfermedad corporal. Absorbe el dolor, permite al cuerpo reequilibrarse y curarse.
El Ámbar es ligero y fácil de llevar. El Ámbar debería estar siempre con nosotros, sanando y reconfortando nuestra vida.
Sueño de Ámbar®
Joyería para bebés y niños, piezas para adolescentes y adultos.
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