El arte de la resiliencia

No sé ustedes, pero yo me siento llena de emociones y estoy segura de que muchos de ustedes también se sienten igual. Pasamos de la emoción o sorpresa que nos produjo el apabullante éxito del candidato Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, lo cual es un claro reflejo de las ganas que tenemos de cambiar, de la fuerza y la fe que tenemos como nación, y también pasamos por la emoción de tristeza o frustración que nos causó el habernos quedado nuevamente en octavos de final en el mundial de fútbol.

Sin embargo, la vida es. Y la vida no es ni buena ni mala. Constantemente estamos expuestos a vivir emociones de alegría, tristeza, miedo, enojo, etc…y tenemos que ser capaces de darles la bienvenida, sentirlas y reconocer que son pasajeras, tanto como lo son las nubes en el cielo.

Tenemos que aprender a surfear las olas de la vida y comprender que en la vida estamos expuestos a estas emociones que suben y bajan como las olas del mar.

Sin embargo en la vida lo que hacemos es evadir las emociones, jugando, bebiendo, fumando o haciendo cualquier actividad que nos ayude a no ver lo que sentimos. Hoy te invito a darle la bienvenida a todas las emociones en tu vida. Llanto, lágrimas, frustración, amor o desamor, abrázalas todas.

Cuando no vemos nuestras emociones, éstas tienden a quedarse pegadas como garrapatas a nivel energético. Y con el paso de los años, pueden transmutarse en enfermedades físicas.

Siente tus emociones, obsérvalas y deja que se disuelven.

El origen de nuestro sufrimiento muchas veces tiene que ver o con la evasión de las emociones o con la identificación con las mismas, olvidando que nada es permanente, que estamos en constante movimiento y que todas las posibilidades existen y pueden o no manifestarse. ¿En qué canal te encuentras? ¿En el de la evasión, en el de la identificación negativa o en la aceptación de la vida con todos sus cambios?

Hoy te invito a aceptar la vida como es. Recuerda que lo más importante es poner nuestra mejor intención, pero al final, no sabemos cual será el resultado de nuestras acciones.

No podemos cambiar las cosas que nos pasan en la vida, pero si como reaccionamos ante ellas.

La única constante en el mundo, es el cambio.

Hay una gran conexión de la mente con el cuerpo. Todo puede o no manifestarse.

Como son nuestros pensamientos, en eso nos convertimos:

“La mente actúa y reacciona con base a cosas externas. Si tus pensamientos son de angustia, la mente te convierte en un ser angustiado. Como son tus pensamientos, es tu mente y eres tu. Si tienes pensamientos de desesperanza, haces que tu cuerpo pierda la esperanza y se rinda ante la enfermedad. Pensamientos sanos, crean salud.

La percepción correcta se da cuando vives en este momento y ves las cosas sin juicios, como si vieras u olieras una flor por primera vez.”

Dr. Vasant Lad.

Una vez que has conquistado tu mente, habrás conquistado el mundo.

Por Ana Paula Domínguez