Elijo la vida. Adiós apariencias

Hay 5 términos que todo yogui y yoguini debemos comprender con la mente y el corazón, la vida comienza a tener sentido y toma otra dimensión completamente nueva al igual que todas y cada una de nuestras prácticas.
Estos términos son:
• Samsara: Ciclo de nacimiento y muerte. En la vida cotidiana se manifiesta como los patrones mentales, energéticos y emocionales.
• Maya: Mundo de la ilusión. La fuerza que muestra lo irreal como real y presenta lo temporal y efímero como algo eterno e imperecedero. La fuerza que oculta nuestra divinidad.
• Karma: Acción.
• Dharma: Obligación esencial: Religión.
• Mukta: Liberación.
El Samsara es este ciclo de muerte y nacimiento constante al cual estamos todos atados, al menos eso es lo que la mayor parte del mundo afirma. Nacer, crecer, reproducirte y morir es una sentencia que desde pequeño aprendes y a eso agrégale la idea de que este ciclo no es sólo una vez, sino que se repite una y otra y otra vez. El Samsara es como el carrusel en la feria, la primera vez que te subes es sumamente excitante, tal vez la segunda o la tercera vez seguida también lo sea, pero después de 20, 50 o 100 vueltas sin poder bajarte, la mayoría afirma, seguramente que tendrás ganas de volver el estómago y querrás llorar. Y esto es lo que se ha venido afirmando, todos estamos en este carrusel y nadie se puede bajar, así ha sido y así será.
Lo que nos hace permanecer en el carrusel y refuerza la idea de que nunca nos podremos bajar es el Karma . El Karma es la ley universal que dice que a toda acción hay siempre una o varias reacciones. Es como en las arenas movedizas, entre más te mueves, mas te hundes. Y cuando ya tienes la arena hasta el cuello, cuando ya estás sumamente enredado dentro del carrusel y deseando por encima de todas las cosas bajarte te preguntas, en verdad no habrá otra posibilidad.
Desde hace miles de años hay quienes han afirmado que es posible bajarse de este carrusel indomable, y lo que han dicho al respecto es que NO EXISTE tal carrusel, solo es una ilusión. El Maya o mundo de la ilusión es todo lo que percibimos como real, dado que dichas percepciones que realizamos, a través de nuestros sentidos están sujetos a nuestros pensamientos y éstos no son más que el cúmulo de experiencias previas y los juicios respecto a las mismas.
El maya es parecido a ir al cine. Cuando llegas al cine escoges entre las diversas películas que se muestran, eliges entre ver una película de terror, drama, comedia o una romántica. Cuando el proyector se enciende (la mente) comienza proyectar imágenes en la pantalla y en algún punto lo proyectado es tan bueno que lo experimentas como real, involucrándote completamente con lo que ahí acontece, lloras y ríes con los personajes e incluso lo vives como si fuera tu propia historia. Sin embargo solo es una película, no es real.
La única forma de despertar de este sueño, de esta película acerca del carrusel es apagando el proyector. El Dharma es hacer lo que se tiene que hacer, en el momento y de la forma correcta, es decir en totalidad; el Dharma es hacer lo que es armónico con tu verdadera esencia, el gozo, la luz, el amor, como dicen los maestros zen, come cuando comes, camina cuando caminas, ama cuando amas.
Y luego simple y sencillamente dejas que se encienda la luz de la sala Mukta y comprendes que Todo fue un sueño, nada era real, sólo fue una película, muy buena o muy mala, pero al fin y al cabo solo una película.
Cuando la luz se enciende nunca más se vuelve a apagar.
Lo Único que existe es el Amor.