“Los dedos de una persona revelan su carácter”
Gertrude Hirshi
Beneficios:
Cada mudra tiene sus propios efectos específicos, pero por lo general todos producen una influencia regenerativa y sanadora.
Algunos de los beneficios a nivel físico son fortalecer los dedos de las manos, las muñecas, los brazos, el cuello, los pulmones y el corazón, además activan la zona de reflexología en las manos.
Los mudras activan el flujo en los meridianos, estimulan los puntos de acupresión así como el sistema nervioso, estimulan la actividad cerebral, incrementan la producción de hormonas “que hacen sentir bien”, aumentan la fuerza interior y reducen el estrés que nos perjudica.
Lo que los antiguos sabios orientales descubrieron hace siglos ahora está siendo investigado por la ciencia moderna, incluso un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Wisconsin, Madison Estados Unidos ha demostrado que una sesión diaria de veinte minutos de duración en la que la persona se entregue a la contemplación interior o meditación, produce beneficios concretos y cuantificables. Entre las personas evaluadas se observó un significativo ascenso en el recuento de anticuerpos después de tan solo ocho semanas.
GARUDA MUDRA
Garuda es el heraldo de los dioses, es un pájaro mítico considerado un dios menor en el hinduismo y en el budismo.
Garuda es un águila gigante nacido de un huevo dorado, es una figura antropomórfica con cuerpo humano, rostro blanco, pico de águila y grandes alas rojas, es muy antiguo, enorme y puede tapar la luz solar, es ama de los cielos, montura de Vishnu y personifica la libertad, la fuerza y el poder.
Garuda mudra es un sello mágico en donde las manos parecen alas de ave.
Este mudra de la libertad permite que la perspectiva de los problemas cotidianos cambie, que las cosas corrientes de la vida resulten insignificantes, que seamos capaces de cambiar la manera como abordamos las circunstancias, este mudra nos permite deleitarnos en el espacio infinito, apreciando la libertad y la belleza de nuestras vidas.
Coloca tus manos frente a ti, poniendo la derecha sobre la izquierda, crúzalas un poco hasta engarzar los pulgares, creando un ave con tus manos. Coloca este mudra frente a tu abdomen. Aficionate de tus propias alas.
Por Gabriela Tavera
Fotografía de encabezado por Paola Zamudio.