¿Por qué es importante tomar agua?
Cuando nacemos, nuestro cuerpo estaba compuesto de un 75% de agua. Ahora ingerimos kilos de pesticidas, conservadores, antibióticos, residuos de hormonas, metales pesados, aluminio y cloro del agua del lavabo!
Si no tomamos agua, estas toxinas se acumulan en el cuerpo y eventualmente tapan nuestras células, reducen nuestra habilidad de absorber el agua y de eliminarlas. Y para cuando llegamos a los 65 años, nuestros niveles de agua se reducen a un 55%.
La falta de agua es una de las causas principales de: la fatiga matutina, del estreñimiento, de la habilidad del hígado para metabolizar las grasas, del mal funcionamiento de las articulaciones y el cartílago y de enfermarnos en general.
El agua es responsable de varias funciones vitales:
• Transporta nutrientes a las células.
• Elimina de sustancias tóxicas y desechos.
• Mantiene el equilibrio homeostático en nuestro cuerpo y afecta la función cerebral.
• Limpia el organismo a través de las diversas excreciones.
La deshidratación es la falta de agua en nuestro cuerpo, afecta la memoria a corto plazo y disminuye la capacidad de concentración, produce infecciones en el tracto urinario, enfermedad dental, trastornos pulmonares, formación de cálculos en riñón, estreñimiento, dolores de cabeza y migrañas.
Es por eso que es importante recordar lo siguiente en relación a la ingesta de agua:
¿Cuánta agua debemos de tomar diariamente?
Para que el cuerpo funcione correctamente necesita entre uno y siete litros de agua diariamente para evitar la deshidratación. Todo depende del nivel de actividad, la temperatura, humedad y otros factores.
Se dice que se necesitan dos litros de agua diariamente y si vives en zonas de calor se necesita más y puede ser peligroso no tomar agua cuando hay calor o ejercitas mucho.
Solo el 5% de las personas toman los 6 u ocho vasos de agua que se recomienda tomar diariamente. Si no te gusta tomar agua sola, agrega unas gotas de clorofila o parte una rebanada de naranja o toronja, ponla en tu jarra de agua y entonces sabrá mucho mejor.
El exceso en la ingesta de agua se llama polidipsia o potomanía, es cuando se bebe de forma compulsiva; altera el funcionamiento de riñones y pone en riesgo la vida por descompensación de electrolitos, genera calambres, cansancio y la pérdida de agilidad mental.
La sensación de sed es indicador de deshidratación, por ello es importante mantener la ingesta de forma habitual.
Hay que beberla entre comidas, de manera continuada a lo largo del día y en pequeñas cantidades.
1. Evita tomar mucha agua con tus alimentos, ya que se diluye el ácido del estómago que necesitas para digerirlos.
2. Si comes cuatro piezas de fruta o cuatro porciones de verdura al día, esto ya provee casi un litro de agua. Las frutas y las verduras además te ayudan a tener huesos y articulaciones más sanos.
3. Los jitomates y la lechuga son 95% agua. El melón, la sandía, las naranjas, las zanahorias y el brócoli son 90% agua.
4. Si tomas poca agua, tu cuerpo lo percibe como una amenaza, y puedes empezar a retener líquidos.
5. Pon un cuarzo en tu agua para reestructurar su energía.
Tomar agua a la hora correcta en ciertos momentos de la vida, maximiza su efectividad en el cuerpo humano.