“Es signo de una gran mente rechazar lo grandioso y preferir lo moderado a las cosas en exceso”
Seneca
El movimiento ambientalista tiende a aparecer cada vez con más fuerza, se ha ligado a prácticamente todos los aparatos capitalistas, ofreciendo una alternativa a la ética de producción y manejo de las llamadas “materias primas”. Pende una realización del cuidado y soporte del medio ambiente. Mas la producción “a conciencia” debería estar acompañada de un “consumo a conciencia”, que en su fondo no es más que sospechar de nuestras supuestas necesidades, que han de colmar –muy parcialmente- los productos, sólo para evidenciar que el vacío no se ha podido llenar. El deseo es el vicio humano por donde se cuelan las promociones y novedades de la vida moderna. Y el nuevo cuidado al medio ambiente tiene a su vez dos caras: la una como contrapeso de la superproducción, que intenta paliar –difícilmente- un daño colosal; la otra como aliada de esa producción, al adormilar la culpa del consumidor bajo la careta de que al comprar, también se le vende la oportunidad de ayudar al planeta. El movimiento ambientalista es más bien estático cuando le falta una voz que abogue en primera instancia, por un cambio pleno en la conciencia de los consumidores, para que no se genere “más basura pero con menos contaminantes”, sino menos basura. Porque aún cuando edulcorado, el daño a los seres vivos del planeta, al aire, al agua, a nosotros mismos, sigue siendo el mismo si el elemento de moderación en todas sus vertientes no se hace presente.
Como practicantes de Sadhana sabemos que esta novedad de nuestros días ya aparece en la más honda antigüedad de las raíces del Yoga, lo vemos también en varios pasajes de los Yoga Sutras de Patajali, cuando afirma
KAYEDRIYA SIDDHIR ASUDDHI KSAYAT TAPASAH (PYS II.43)
Donde refiere que “mediante la austeridad, las impurezas del cuerpo y los sentidos son destruidas y los poderes ocultos ganados”. Sri Swami Satchidananda, en su comentario a los Sutras explica que el significado más propio de Tapas es “arder”. Por ejemplo, arder físicamente mediante el ayuno, implica quemar las impurezas del cuerpo y sus residuos o el silencio, que es una forma pura de Tapas por cuanto se domina la fuerza del habla y su capacidad de construir o destruir. Arder implica un tipo de calor excesivo, un dolor inédito. Arder como se lo entiende en Tapas es una entrega, una rendición del ego que sólo busca el placer sin importar las consecuencias para el otro. Tapas es abandonar el miedo que produce la falta, el vacío y la rueda que produce el deseo. Tapas es vivir bajo el manto de lo eterno. En este sentido, la austeridad, entendida desde su origen como el rigor de una existencia que no se escuda en las pequeñas satisfacciones sino que escudriña sin recelo lo que la vida es en su totalidad, libera al ser de cualquier apego o necesidad artificial, encaminándose a la liberación misma de su tempestad particular. Es a través del desapego, de la moderación y el contentamiento, como sobreviene una existencia plena. Y pura. Es el lugar donde ha de abrir una puerta del samadhi, pues la realización del Ser deviene posible donde las ataduras del ego en su búsqueda de placer inmediato han cesado.
Reconocer en cada ser vivo, en el pálpito mismo de nuestra tierra clara el rostro de la divinidad, orienta el camino del desapego pues no hay criatura en esta tierra que deba servirnos, ni viviente que sea un recurso para nosotros. Podemos dejar de considerarnos consumidores del vacío ahí donde aceptamos, con ardor, que nada de lo material podrá colmar el agujero original del deseo, que toda búsqueda de bienestar debe comenzar y terminar en nuestro interior, y que finalmente Tapas, la llama del concilio, no es posible sin la compasión absoluta al prójimo. Que resultará siempre mejor si traemos felicidad a otros.
Namasté.
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Ideas para ayudar a los animales:
Estos días que nos suceden son una prueba de lo que hemos pensado: la avaricia, la desconexión con la naturaleza, el olvido de la compasión, el recargo en la idea de que el hombre puede considerar al resto de los animales como un recurso, nos llevan a presenciar la matanza anual de focas en Canadá, donde son arrebatadas de su vida (que es todo lo que tienen) cientos de miles de crías (de tres meses o menos de edad), para usar su delicada piel en la fabricación de abrigos y otros accesorios. Una buena forma de ayudar consiste en el boicot permanente de los productos de foca (grasa, pieles, carne), pero también nos podemos unir a las diversas instituciones de ayuda, donde se recolectan firmas para solicitar un cambio de dirección en el gobierno Canadiense.
En estas ligas se puede firmar y aprender del tema: https://secure.peta.org/site/Advocacy?cmd=display&page=UserAction&id=2929
http://www.hsi.org/issues/protect_seals/tips/seals_action_toolkit.html
Muchas gracias.