Por Ana Paula Domínguez
@anapau.dominguez
La vida es cíclica: nos lavamos los dientes cada día, nos bañamos, algunos cocinamos, lavamos los platos y nos transportamos a nuestro trabajo. Esperamos que llegue el fin de semana como si todas esas tareas se fueran a terminar, pero llega el lunes y todo vuelve a comenzar.
Pensamos que cuando finalmente tengamos vacaciones o suceda tal o cual cosa, finalmente encontraremos la tan anhelada “felicidad.” Y en la búsqueda de la meta, nos perdemos de disfrutar el instante, el proceso, el presente.
La autora Irene Vallejo lo explica de forma atinada:
“Imaginamos el tiempo como una línea, como la trayectoria de una flecha. Hubo un inicio, avanzamos hacia un desenlace. El cristianismo expandió la concepción judía de la temporalidad lineal, y de allí procede nuestra mentalidad de avance y progreso, de génesis y apocalipsis, de principio y final. En cambio, las leyendas antiguas ocurren en un tiempo cíclico, íntimamente ligado a la naturaleza. Sin punto de partida ni conclusión, todo está en movimiento continuo, como la danza inacabable de un círculo que gira. La rueda de la vida no coloca la esperanza en el progreso, sino en el retorno. Aunque nos envuelva la noche, sabemos que el día volverá. El otoño anuncia los fríos, pero los frutos renacerán. Quizá sea el momento de tratar el tiempo con más tiento.”
La vida es cíclica.
Esta reflexión me hace pensar que cuando pensamos en esta anhelada “felicidad” suele venir acompañada de cómo nos queremos sentir, por ejemplo, tranquilos, en paz, disfrutando. Pero si no disfrutamos el presente, ¿por qué damos por hecho que disfrutaremos el futuro?, porque como explica el Dr. y autor Benajamin Hardy “es con nuestras acciones presentes que construímos nuestro futuro.”
Así que la reflexión que hoy te invito a hacer es la siguiente:
¿Vives en el pasado, en el futuro o te das tiempo de vivir el presente con cada uno de sus ciclos en presencia?
Leeré con interés tus comentarios en mi cuenta de instagram: anapau.dominguez
https://www.latercera.com/culto/2024/10/05/entre-asesinos-una-columna-de-irene-vallejo/#