Qué debe saber un meditador novato
Las personas que me comentan que no pueden meditar no se dan cuenta que no lo logran porque carecen de buenas bases de una meditación. Esa es la razón por la que no pueden avanzar.
Cuando uno se inicia en las prácticas relacionadas con la mente, debe absolutamente primero desarrollar herramientas básicas que sirven a lo largo de la meditación. Estas son:
- posturas
- respiraciones
- enfoque y atención
- determinación
Sin estas es muy fácil errar y rendirse, culpando generalmente la meditación misma por ser poco efectiva. Los guías de meditación muchas veces tratan de asombrar a sus alumnos con experiencias fuertes de la mente. Los enamoran de sus prácticas y son muy pocos los pueden repetir la práctica solos. Así o se hacen seguidores fieles de su maestro, sin el cual no avanzan nada o abandonan la práctica. En ambos casos el practicante no podrá desarrollar la experiencia correctamente y menos integrarla en su vida.
Los mismos alumnos quieren avanzar a pasos agigantados y dejan atrás los fundamentos, herramientas primarias de la meditación que a lo largo del proceso los ayudan a mantener la mente clara, estable y libre de obstáculos.
Las armas de un meditador
Para eso sirve la postura: una correcta posición del cuerpo genera en la mente una postura que le permite al practicante alcanzar las cualidades indispensables para meditar: estabilidad, apertura, claridad, enfoque.
A través de las respiraciones el practicante se libera por un momento de los movimientos de la mente que en el momento de meditar surgen.
El enfoque es la herramienta que permite tomar el control de la mente y llevarla por el camino de la meditación.
Finalmente, debemos recordar que cuando aprendemos a meditar estamos en un proceso de entrenamiento y éste, si no hay determinación y disciplina, no traerá ningún resultado más que una fútil experiencia que acaricia el ego en vez de liberarlo.
Así que recuerda: postura, respiraciones, enfoque son tus armas que debes aprender a usar sabiamente en tu meditación.