Esta asana está dedicada al sabio Marichi, hijo del creador, Brahma. Es una forma más intensa de Marichyasana I. En lugar de que una pierna esté extendida al frente, se coloca en Ardha Padmasana (medio loto) de modo que el talón presione en el abdomen para tonificar los órganos abdominales y mejore la digestión.
Preparación
Esta es una postura intensa que requiere buena flexibilidad en las caderas. Se aconseja a los alumnos practicar Malasana y Padmasana como parte de su preparación. Sé muy cuidadoso con las rodillas en Padmasana. El trabajo debe ser en las caderas y las rodillas deben estar libres de dolor. Si este no es el caso, continúa con las posturas preparatorias por más tiempo para poder avanzar hacia esta postura.
Entrando a la postura
Siéntate en Dandasana con ambas piernas extendidas al frente. Dobla la pierna izquierda para cerrar completamente la articulación de la rodilla, como en Janusirsasana. Coloca la mano debajo del tobillo y del pie y luego sube el pie hasta la raíz del muslo derecho, como si llevaras el talón hacia el ombligo. El pie izquierdo debe estar extendido de manera que puedas poner el lado del dedo chiquito del pie en el pliegue de la ingle, en la raíz del muslo derecho. La rodilla izquierda debe estar apoyada en el piso y apuntando hacia delante casi paralela a la pierna derecha. Ahora la pierna izquierda esta en medio Padmasana.
Inclínate un poco a la izquierda, dobla la pierna derecha y coloca el talón cerca de la nalga derecha. La planta del pie debe estar plana sobre el piso y la espinilla derecha debe estar vertical. Ahora siéntate derecho. En esta etapa las caderas deben estar niveladas con ambos isquiones en el piso, así como también la rodilla izquierda y la planta del pie derecho. Si este no es el caso y la nalga y la cadera derecha están levantadas, entonces usa una(s) cobija(s) doblada para apoyar ambas nalgas y la rodilla izquierda flexionada. Es mejor sentarse alto pero nivelado que estar inclinándose y perdiendo el equilibrio cuando se aprende esta postura.
Desde aquí, coloca tu mano izquierda en el piso por detrás de tu cuerpo e inclina el tronco hacia atrás lejos de la pierna derecha flexionada, mientras giras el ombligo y el pecho hacia la izquierda. Manteniendo esta rotación del tronco, vuelve ahora hacia el frente y extiende el brazo derecho y el hombro hacia delante hasta que la axila derecha toque la espinilla derecha. Espira profundamente y rodea la espinilla y el muslo derechos con el brazo derecho, dobla el codo y lleva la mano derecha a la espalda. Luego extiende el brazo izquierdo alrededor de la espalda y toma las manos, o si es posible toma la muñeca derecha con la mano izquierda.
Ahora siéntate derecho, con las caderas niveladas y gira el pecho hacia el frente mientras extiendes la columna hacia arriba. Quédate aquí durante varias respiraciones y luego, en una espiración, flexiona el tronco y el cuello hacia delante hasta apoyar la barbilla en la rodilla izquierda. Puedes repetir este movimiento, inspirando mientras subes y espirando mientras te estiras y bajas. La nalga derecha se elevará cuando estés en la postura final, pero trabaja resistiendo esta elevación. Sostén la postura final de 20 a 30 segundos.
Saliendo de la postura
Inspira, sube el tronco, suelta las manos, estira las piernas y luego repite del otro lado.
Texto: Paul King, maestro certificado por B.K.S. Iyengar al nivel Intermediate Jr II y co-director de Practica Yoga en Guadalajara.
Modelo: Nicolás Acosta.
Guadalajara, Jalisco