“Vivo la vida alerta, despierto y vigilante”
Matsya mudra es el “gesto del pez” y activa el elemento agua (Jala) brindándonos una sensación de fluidez, ayudándonos a desarrollar la habilidad de fluir con nuestros propios ritmos internos junto con los ritmos del universo y de la vida.
Este mudra refresca , calma y cultiva la sensación de fluidez emocional, reduce el estrés y nos trae oleadas de calma en nuestro cuerpo y mente.
En su aspecto físico tiene que ver con la salud de nuestras articulaciones y ayuda a reducir los problemas de osteoartritis, ayuda a alinear la espalda y alivia el dolor articular.
Antes de realizar el mudra, masajea completamente el dorso de la mano contraria. Al practicar Matsya mudra siéntate erguido sin apoyar la columna vertebral en el respaldo de la silla o la pared, de esta manera estimularás los discos intervertebrales, relajando los músculos y ligamentos.
Ramiro Calle dice: “Todo está en la mente”. La mente es el reflejo de nuestro mundo exterior y del interno, es el elemento constitutivo más importante del ser humano y puede ser origen de gozo pero también fuente de dolor.
Para poder lograr que la mente sea fuente de gozo, debemos alcanzar un estado “Sattvico”, puro, brillante, ligero sin agitación y liberándonos de la inercia.
Meditar en Matsya mudra puede actuar como un filtro para purificar la mente. La tenacidad en dicho adiestramiento conduce a uno de los logros más elevados de los practicantes de yoga: LA CONQUISTA DE LA MENTE .
Al conquistar la mente el yogui se está conquistando a sí mismo y no hay conquista más elevada ni más noble que ésa.
Por Gabriela Tavera
Fotografía por Paola Zamudio.