Mi hermosa experiencia con Kundalini Yoga Prenatal

¡Sat Nam!

Hoy quiero compartirte las bellísimas palabras de mi querida Alumna Lety Castro, sobre su experiencia en las clases de Kundalini Yoga Prenatal….

En el momento que supe que estaba embarazada empecé a buscar actividades trascendentes que me ayudaran a enriquecer esta gran experiencia y a mejorar el desarrollo del bebé que venía en camino. Tuve la fortuna de que un buen amigo de mi esposo Jordi me recomendara a Sat para tomar Yoga Prenatal; al contactarla me invito a tomar una clase de prueba y desde esta primera clase, pude sentir una clara mejoría en mi cuerpo y mis emociones.

Soy una persona con mucha actividad, (estando embarazada lejos de sentirme cansada parecía que estaba revolucionada por el embarazo y ansiosa por hacer las cosas). Las clases me ayudaron a armonizar esta energía y a lograr descansar.

La primera vez que sentí a mi bebe moverse dentro de mi vientre fue justo en la meditación de mi clase de yoga en la Semana 19 del embarazo. La clase es muy completa y enriquecedora, aprendí muchísimos detalles acerca de la evolución de mi bebé, de cómo cuidarme y prácticamente no tuve ninguna molestia durante mi embarazo.

Mi esposo y yo tuvimos una hermosa ceremonia para recibir el alma de nuestro bebé según la tradición Yogui… ¡fue inolvidable!, además lo disfrute enormemente ya que, recibimos muchos halagos y atenciones de personas que incluso no conocíamos.

En el Eco del 4to mes Ari (nuestro Bebe) estaba en posición de flor de loto. Son detalles curiosos que puedo compartir y que atribuyo a esta hermosa experiencia. Desde que nació, Ari está súper despierto y atento a detalles y su desarrollo psico-motor es perfecto, además de que es un niño muy sano.

Siento que Sat es una guía muy preparada y tiene una personalidad en la que de manera innata transmite todas estas enseñanzas.

“Ojala que así como las visitas de control médico, son parte del cuidado del Embarazo de toda mujer, lo sea también la práctica de ¡Kundalini Yoga Prenatal!”

Con todo mi cariño…Sat Kewal Kaur.

Por Ana Paula Domínguez