Prender las
noticias hoy en día, puede ocasionarnos una profunda desesperanza. Los niveles
de violencia que estamos viviendo, no tienen precedente y si aplicamos las
enseñanzas del Yoga, hoy más que nunca es necesario que cultivemos una
conciencia de la no violencia. En la mayoría de los casos, lo que acompaña a
este tipo de información, es miedo, paranoia y un espacio en donde todos
comentan la terrible situación y el ambiente se llena de emociones negativas
como la desconfianza, el dolor y la tristeza.
Hace algunos
años estaba sentada con mi maestro espiritual Guru Dev Singh, viendo la
televisión. En ese momento transmitían un programa especial sobre los sicarios
o asesinos a sueldo en nuestro país. El panorama era desolador. Después de unos
momentos de ver el programa, Guru Dev comentó: “Además de muchas implicaciones
más, uno de ellas es que cuando alguien es violento con el otro, se abre el
espacio para que alguien más sea violento con otra persona”. De la misma manera
en la que si un padre es violento con su hijo, abre el espacio para que su hijo
sea violento con otros.
En los versos
de los Yoga Sutras, el texto compilado por Patanjali hace miles de años, la no
violencia (Ahimsa), es la primera observancia (Yamas) que se sugiere practicar
para purificar las impurezas de la mente.
En relación a
Ahimsa, Swami Prabhavananda, autor del libro “How to know God”, comenta:
“debemos de vivir de tal modo que no hagamos daño o causemos dolor con nuestros
pensamientos, palabras o acciones a ningún otro ser; de cultivar el amor por
todos, y tratar de ver lo divino en todas las personas; de pensar en nosotros
como sirvientes de la humanidad y estar listos para ayudar a todo aquel que nos
necesite, claro siempre y cuando no sea para dañar a otro.”
¿En qué forma
somos violentos en nuestra vida con nosotros mismos y con los demás? Y no sólo
eso, ¿Cómo es que le abrimos la puerta a la violencia en nuestras vidas? ¿Qué
acaso cada vez que comentamos, a veces con morbo, sobre las situaciones de
violencia que existen, sobre las noticias que a veces parecen salidas de una
película de terror, no estamos abriendo ese espacio de violencia en nuestra
vida?
En el Ayurveda
hay un dicho que dice: “Similar aumenta similar, todo se cura por fuerzas
contrarias.” Cada vez que respondemos con violencia a alguien que esta siendo
violento con nosotros, sea nuestra pareja o nuestro hijo, estamos promoviendo
más violencia. Quizás esa sea una de las grandes virtudes de un sabio y Yogi
como Gandhi, quien decidió aplicar las enseñanzas del yoga cuando gobernaba
India, y logró terminar la guerra, promoviendo la paz.
Hoy más que
nunca, podemos empezar a practicar el Ahimsa y propiciar un cambio de
conciencia en nuestras familias y en nuestra sociedad.
Formas de practicar
Ahimsa:
-Cuando
escuches una noticia violenta, en lugar de comentarla con toda la gente a tu
alrededor, cierra tus ojos y emite un pensamiento de paz alrededor de los
involucrados en la noticia.
-Todas las
mañanas al despertar o antes de dormir, medita unos momentos, cierra tus ojos,
siente el latido de tu corazón y desde ahí, repite tres veces el mantra: “Que
la paz habite en los corazones de aquellos en los que habita la violencia”.
-Ofrece tu
práctica de yoga o meditación para que exista paz en nuestro planeta.
-Cada vez que
venga un pensamiento de violencia hacia ti misma o hacia los demás, sustitúyelo
por un pensamiento de paz.
-Procura no
dañarte ni a ti ni a los demás en ninguna forma. Recuerda el dicho que alguna vez
dijo el maestro Yogi Bhajan: “Si nos vas a hablar bien del otro, mejor no digas
nada.”