- Acuéstese en el piso boca abajo con las piernas estiradas y los pies ligeramente separados, empeines en el piso.
- Coloque sus manos sobre el piso al lado de la cintura, con los dedos bien abiertos y estirados.
- Acerque los codos al tronco y lleve los hombros hacia atrás y los omóplatos hacia la cintura para abrir el pecho.
- Inhale y levante cabeza y pecho.
- Inhale y con la exhalación estire los brazos, levantando caderas y rodillas.
- Resbale todo el cuerpo hacia enfrente hasta que el pecho quede delante de los brazos.
- Estire bien los brazos y las rodillas.
- Lleve los hombros nuevamente hacia atrás y los omóplatos hacia la cintura para abrir aún más el pecho.
- Si logra una gran apertura de pecho, alargue la parte posterior del cuello y lleve la cabeza hacia atrás.
- Mantenga la postura algunos segundos respirando normalmente.
- Para salir de la postura, flexione los codos y baje el tronco al piso. Repita la postura.
- Si no logra levantarse del piso con las manos al lado de la cintura, colóquelas a debajo de los hombros y sobre dos bloques o arrodíllese en 4 puntos en vez de acostarse en el piso.
- Si no logra abrir el pecho o si la postura le causa dolor en la espalda baja, haga la postura apretando los glúteos y con las manos apoyadas sobre dos bloques o sobre una silla.
- Póngase en rodillas frente a una silla que esté contra el muro, pubis tocando el canto del asiento.
- Ponga sus dedos gordos y el colchoncito de los dedos gordos sobre el canto externo del asiento de la silla.
- Lleva los hombros hacia atrás y los omóplatos hacia la cintura para abrir el pecho.
- Empuje las manos al asiento y extienda las piernas hacia atrás manteniendo los empeines en el piso.
- Estire bien piernas y brazos.
- Lleve el pecho aún más delante de los brazos, eleve el esternón y vea hacia el techo.
- Mantenga la postura algunos segundos respirando normalmente.
- Para salir de la postura, flexione los codos y baje las rodillas al piso.
- Repite la postura.
El arte de la resiliencia
No sé ustedes, pero yo me siento llena de emociones y estoy segura de que muchos de ustedes también se sienten igual. Pasamos de la