Canta siempre OM; Dios es OM, música suprema, afirman Sharon Life y David Gannon de Jivamukti Yoga. Y es que cantar el nombre de Dios, es decir, la práctica del kirtan, es un gran tesoro, un gran yoga. El sonido melodioso del armonio y los tambores te lleva a un estado de conexión difícil de describir. Es el yoga de la devoción o Bhakti Yoga.
Cantar es una práctica importante y misteriosa. Es el néctar más dulce, un tónico que nutre con plenitud al ser. Si queremos experimentar amor, no hay mejor manera que cantar el nombre de Dios.
Swami Muktananda
Desde hace casi 10 años, Nityeswhari Bordoy ha tocado el armonio, un instrumento de aire similar a un acordeón. Su sonido es típico en las distintas ragas (o ritmos) que se utilizan en la música devocional de la India. Ella me comentó que el kirtan es el camino más corto hacia la meditación espontánea. Y agrega: “Muchos son sus beneficios. En primer lugar, destaca la apertura del corazón, donde radica la fuerza e inteligencia del yogui. También nos alinea con los ritmos y sonidos internos, nos sensibiliza respecto al universo que nos rodea. Grandes maestros como Neem Karoli Baba y Swami Nityananda recomiendan el kirtan para el progreso espiritual”.
Krishna dice: No habito en los reinos eternos del Vaikuntha o en el corazón de los jñana yoguis. Vayan ahí donde los devotos cantan mis glorias. Ahí me encontrarán.
Sirmand Bhagavatam
¿Dónde está la fuerza transformadora del kirtan? Contempla por un momento: ¿cómo reaccionas ante un insulto? El cuerpo físico responde a los pensamientos y palabras que pronunciamos. De la misma manera que la sangre “hierve” cuando recibimos una palabra ofensiva así las enfermedades y bloqueos se disuelven en la dulzura del kirtan. “La música puede hacer que te sientas feliz, celoso, agresivo, tranquilo, deprimido o elevado. Los músicos de la antigüedad entendían esto muy bien. Al tocar una raga determinada podían hacer llover a las nubes y florecer a las flores”, afirman los creadores de Jivamukti.
Así como el yoga, también la música ha evolucionado en los últimos tiempos. Definitivamente la manera de practicar hoy es diferente a la que enseñó Krishnamacharya en los años veinte. Y con la música devocional ha ocurrido algo similar. El estado de amor, plenitud y paz mental que produce ha inspirado a creadores contemporáneos que han llevado la experiencia del canto devocional a nuevas generaciones de yoguis y yoguinis. En lo particular, ha sido todo un descubrimiento escuchar a Krishna Das, Sean Johnson, Jai Uttal, Rita Sahai o Bhagavan Das. Y recientemente a MC Yogi. Su música contagia y pone contento el corazón. Por eso, los creadores de Jivamukti yoga recomiendan: “Sé selectivo con lo que permites que entre en tu ser a través de los oídos. Aunque OM es la esencia de todo sonido, elige música que induzca a un estado interior de bienestar”. Finalmente, Krishna Das habla sobre esta gozosa forma de yoga y afirma: “El Satsang es donde la gente se reúne para ir al interior y encontrarse con su propio camino. Cuando nos reunimos a cantar, ayudamos a que otros se reencuentren con el sendero que deberán andar”.
I pray to Ganesha to take away the pressure / and pave the way into the sacred treasure
Om Gum Ganapataye Namaha / to the god of all beginnings always on the job
MC Yogi
MC Yogi creció pintando graffitis y escuchando hip hop. Inspirado por artistas como The Beastie Boys y Run DMC, comenzó a “rapear” para amigos en fiestas particulares. Gran parte de su adolescencia transcurrió en una casa hogar para jóvenes en situación de riesgo. En ese entorno, la cultura hip hop se convirtió en una salida creativa y la música de este género en la banda sonora de su vida. A los 18 años descubrió el yoga, encuentro que cambiaría su vida para siempre. MC Yogi será uno de los invitados especiales al 7º Encuentro Nacional de Yoga. Consulta la página de MC Yogi: www.mcyogi.com
Daniel Mesino es editor de libros. Imparte clases de Ashtanga Vinyasa Yoga. Es colaborador el Instituto Mexicano de Yoga. Escribe en su blog www.yogahoy.blogspot.com