Pasé algunos dias con agotamiento extremo después de 3 semanas muy intensas y decidí darme un “day off” donde sólo di una clase de yoga y el resto del día me dediqué a descansar, whatsapp y correos de trabajo incluidos.
Comentando esto con una amiga y maestra de yoga (a quien considero una auténtica yoguini) ella me decía: Recuerda que Brahmacharya también es darte cuenta de en qué derrochas energía y dejar de hacerlo.
Esto fue un balde de agua fría para mí. Normalmente consideramos el concepto de Brahmacharya relegado únicamente a la correcta canalización de la energía sexual pero visto desde este otro enfoque (que no es el único) su aplicación se extiende a todo lo que llevas a cabo en tu vida diaria.
Inmediatamente surgió la pregunta ¿En qué estoy derrochando mi energía? Y te invito a que te hagas la misma pregunta.
La respuesta sencilla e inmediata pudiera ser para muchos de nosotros: en redes sociales, procastinando y viendo netflix, etc.
Sin embargo, ¿qué hay de aquellas situaciones en tu vida que están totalmente fuera de tu control y que sigues intentando cambiar y/o controlar? Tal vez sea el comportamiento de un amigo o amiga, tu hermana, tu padre, tu pareja o incluso tu jefe, tal vez sea una relación que en el fondo sabes perdida pero en la que te empeñas en continuar.
Podemos hablar también de todos aquellos momentos en lo que nos imaginamos que hubiera pasado si hubiéramos actuado de manera diferente en tal o cual momento o incluso de todos aquellos castillos en el aire que al menos yo suelo hacer con mucha frecuencia.
O aquellas actitudes que tienes en tu vida, que sabes que son dañinas para ti y/o para los demás pero que te resistes a cambiar.
Y peor aún ¿qué hay de todo el tiempo y energía que gastamos pensando en cosas que no han pasado y que no sabemos si llegarán a pasar? Ya sea que se trate de cosas buenas o malas.
Y el problema de derrochar tu energía en cosas que no son de importancia o que se encuentran fuera de nuestro control es que nos agotamos, nos distraemos del momento presente y de lo realmente importante, por lo que no solo dejamos de poner atención a nosotros sino que también dejamos de vivir.
Date un momento, haz una pausa e identifica todos aquellos momentos en los que das energía a cosas, personas y/o situaciones a las que no deberías.
Finalmente, toda esa energía mal enfocada puedes utilizarla para cosas más importantes y benéficas como a tu práctica de yoga o meditación, a cumplir alguno de tus sueños o simplemente a descansar.
Aplica el concepto de brahmacharya a tu vida, no sólo desde el enfoque tradicional sino también desde éste que resulta bastante práctico y aplicable.
Lleva el yoga a todo lo que hagas, dentro y fuera del mat, para que entonces tenga sentido y transforme tu vida.
Namaste.
Por Luis Chombo.