Yoga en las empresas: Creando espacios de bienestar

Según datos de la OMS (2017) México es el país con más alto índice de estrés laboral en el mundo.
Este padecimiento es resultado de un sinnúmero de factores: la exigencia y la competitividad dentro de las empresas, los salarios inadecuados, la falta de prestaciones justas, las jornadas laborales que han ido creciendo (aunque no se diga en voz alta) en muchas de las industrias que se desarrollan en México, donde por ejemplo, en la industria hotelera, los trabajadores de todos los niveles jerárquicos, llegan a trabajar hasta 16 horas al día o en los departamentos de contabilidad y finanzas que durante el cierre de mes, llegan a salir de la oficina pasadas las 10 u 11 de la noche, por no mencionar al personal de las fábricas cuyas jornadas y condiciones de trabajo distan por mucho de ser justas o adecuadas para el bienestar de los trabajadores.

Como resultado del estrés laboral podemos encontrar un sin fin de consecuencias, siendo las principales, ansiedad, depresión, colitis, gastritis, trastornos del sueño, obesidad, diabetes y problemas de hipertensión.

A nivel empresa existen también consecuencias claras como el ausentismo, mal ambiente laboral, rotación de personal, entre muchas otras.

El Instituto Mexicano de Yoga ha buscado desde sus inicios que el yoga (sin importar el linaje o método) pueda llegar a cada vez más personas, pero sobre todo que los beneficios de esta milenaria disciplina puedan llegar a cada vez más sectores de la población.

Conocemos por ejemplo, los esfuerzos que ha hecho por años la fundación Parinaama, liderada por Ann Moxey por llevar la práctica de yoga a grupos vulnerables como lo son las personas en situación de cárcel, visión que comparten con el programa recién llegado a México “Prison Yoga Project” que en nuestro país es coordinado por Luisa Pérez.

Bajo esta visión de compartir el yoga con las personas que más necesitan de sus beneficios, fue que Ana Paula Domínguez, directora del IMY junto con su equipo, decidió crear dos programas.

Por un lado una Especialidad en Yoga Empresarial, que integrando el conocimiento de diversas disciplinas como el Ayurveda, la meditación, las terapias alternativas, el hatha y kundalini yoga busca preparar a instructores con formación previa con las herramientas adecuadas para dar clases a personas que trabajan en empresas y que tienen necesidades muy específicas, siendo la primera, el ayudar a manejar de manera adecuada los altos niveles de estrés que se viven en estas organizaciones.

Por otro lado, un programa de “Salud Empresarial” que se ha estado desarrollando como consecuencia de la Especialidad, donde los instructores certificados bajo esta especialidad, desarrollan programas de yoga en las empresas que están interesadas en otorgar este beneficio a sus empleados.

He tenido la fortuna de ser parte de ambos programas, en la especialidad como alumno y en el programa de salud empresarial como instructor.

De la especialidad puedo decir que si bien había completado una formación de 600 horas como instructor de Hatha Yoga, la Especialidad en Yoga Empresarial, me otorgó una visión totalmente diferente de lo que el yoga puede hacer por los seres humanos, ayudándome a entender mejor la constitución de las personas, sus necesidades, y dándome un grupo de distintas herramientas que puedo implementar para ayudar a mis alumnos a encontrar, eventualmente, mayor sensación de bienestar en su día a día.

Por otro lado, como instructor de yoga dentro del programa de salud empresarial, me sorprendió mucho la tensión, los dolores y distintos padecimientos que tienen muchos de los empleados de las empresas, sin importar que tan jóvenes sean, ya que buena parte del grupo en el que estuve impartiendo clases no pasaban los 30 años.

Como instructor encontré mucha motivación en ver que ese espacio de 1 hr en el que los empleados de la empresa, se ponían ropa deportiva, dejaban todo por un momento y se entregaban entusiasmados a su práctica, tenía efectos notorios, se sentían felices, relajados, sorprendidos y emocionados por lo que iban experimentando en cada una de las clases.

Después de haber trabajado algunos años en distintas empresas, he vivido de primera mano, la necesidad que tenemos las personas de encontrar espacios de bienestar dentro de nuestros trabajos, donde muchos de nosotros pasamos la mayor parte del día.

Aunque este tipo de programas se encuentran en pañales en México, cada vez más empresas buscan incluir programas de bienestar para sus trabajadores, motivados por certificaciones como “GREAT PLACE TO WORK” que dan especial importancia a actividades para los empleados relacionadas con el bienestar y con la consciencia de que una persona feliz, es un team member feliz, más pleno, entregado y productivo sin importar el área en que se desarrolle.

Espero que cada día más empresas se sumen a este tipo de programas, para que cada vez más personas puedan conocer los beneficios del yoga, beneficios que han transformado mi vida, por eso me hace muy feliz ser parte de crear estos “ESPACIOS DE BIENESTAR”.

Namaste.

Por Luis Chombo