COLUMNA
¿Cómo es que tomamos decisiones? Lo hacemos desde nuestra cabeza o desde nuestro corazón. Seguramente en muchos momentos lo hemos hecho desde nuestro corazón y otras desde nuestra cabeza. En la tradición del yoga, existe un canal energético que se llama Jiva y que se ubica en nuestro corazón y también Chitta nadi que se encuentra en la cabeza. A veces pensamos con el corazón, a veces con la cabeza. Idealmente antes de tomar una decisión, deberíamos de sentir en el corazón, conectar con la cabeza y regresar a nuestro corazón. Es una forma integral de poder tomar decisiones sabias.
Aunque en la rutina de yoga hablamos de la prevención y de la salud del corazón físico, en este espacio quiero compartir contigo la importancia de mantener un corazón abierto y de poder resolver los asuntos que no hemos resuelto y que dejamos en el baúl. Es importante cerrar ciclos y relaciones que no han concluído de manera adecuada. Si no concluíste una relación amorosa o tienes un pendiente con algún amigo o familiar, ponle atención, escribe una carta, has una cita y hablar con la persona en cuestión, saca de tu corazón a las personas nocivas y deja espacio para relaciones que te eleven como ser humano. Pon atención en la salud emocional y física de nuestro corazón y vive así feliz y tranquila.
YOGA
¿Estás pensando en la prevención? Seguramente ya sabes que el yoga puede ayudar a disminuir la presión arterial, aumentar la capacidad pulmonar, mejorar la función respiratoria y la frecuencia cardíaca, y aumentar la circulación y el tono muscular. También puede mejorar tu bienestar general, paz mental y fomentar la fuerza.
Pero, ¿sabías que el yoga también ha demostrado beneficios para los que se han enfrentado a un paro cardíaco, ataque al corazón u otro evento cardiaco?
Por lo menos la mitad de los pacientes que pasaron por ejemplo por una cirugía de bypass pasan por la depresión, enfrentando emociones que van desde la ansiedad al duelo. Muchas cosas entran en juego cuando se tiene una enfermedad potencialmente crónica de manejar por el resto de su vida.
El estrés emocional agudo tiene un efecto significativo y adverso en el corazón, ahí es donde el yoga puede ser un gran beneficio para manejar el estrés tanto para personas con afecciones cardiacas como para los que deseamos prevenirlas.
Cuando te encuentras con una situación de estrés, el cerebro libera adrenalina en tu sistema para ayudarte a luchar o a huir de la amenaza. Esto hace que tu corazón lata más rápido y tu presión arterial aumente. Si bien esta respuesta puede ayudar a protegerte cuando te enfrentas a una amenaza, los que viven en un constante estado de estrés pueden tener estragos en su sistema cardiovascular. Las personas que son más propensas al estrés tienen un mayor riesgo de enfermedades del corazón que otras personas más tranquilas.
Lo que sería ideal lograr es un sistema nervioso que reaccione a situaciones estresantes cuando suceden, pero que luego regresa de nuevo a la relajación.
Los beneficios calmantes del yoga pueden ayudar con eso y puedes ver los beneficios de inmediato. Después de tu clase de yoga , tu presión arterial será probablemente inferior, saldrás relajado y te sentirás mejor.
Así es que ¡manos a la obra!
1. Respiración Anuloma Viloma: Lleva tus dedos índice y medio de la mano derecha hacia la palma, cierra la fosa nasal derecha con el pulgar e inhala, cierra la fosa nasal izquierda con el anular y el meñique, exhala por la derecha. Inhala por la derecha, cierra la derecha con el pulgar, exhala por la izquierda. Tip: Prueba por lo menos 10 minutos.
2. Bhujangasana o postura de la cobra: Acuéstate boca abajo, coloca las manos a los lados de tus costillas con los codos pegados al cuerpo, empuja tus manos contra el suelo y poco a poco sube el tronco, arquea la espalda y lleva la cabeza hacia atrás ligeramente para mirar al techo. Tip: Manten las piernas juntas y los hombros hacia atrás.
3. Virabhadrasana I: De pie, da un paso grande con el pie derecho, apoya el talón de atrás con el torso centrado. Dobla la rodilla derecha hasta que tu pantorrilla haga una recta sobre el pie. Levanta ambos brazos por encima de la cabeza con los dedos apuntando hacia arriba y tus palmas mirándose. Cambia de pierna. Tip: Manten las caderas al frente.
4. Dhanurasana: Acuéstate boca abajo, flexiona rodillas, lleva los talones lo más cerca posible de los glúteos, toma los tobillos, inhala y lleva los talones lejos de tus glúteos, levantando las rodillas y muslos al mismo tiempo que el pecho y la cabeza. Tus rodillas no deben separarse más que el ancho de tus caderas. Tip: Presiona el pubis al piso.
5. Salabhasana: Acuéstate boca abajo con las piernas y los pies juntos, los empeines apoyados en el suelo y los brazos hacia atrás a los lados del tronco, eleva los brazos paralelos al suelo y estíralos hacia atrás mientras levantas la cabeza, tronco y piernas al mismo tiempo. Sosten 5 respiraciones y repite. Tip: Presiona el pubis hacia el suelo.
6. Ardha Matsyendrasana: Siéntate y coloca el talón izquierdo debajo del muslo derecho y pasa el pie izquierdo por encima de la rodilla izquierda apoyando la planta en el suelo. Gira tu cuerpo y el cuello hacia la derecha y haz palanca con tu codo en la rodilla, usa tu mano izquierda en el suelo para dar apoyo, sostén y repite del otro lado. Tip: Relaja hombros.
7. El árbol De pie con tus pies paralelos coloca tu pie derecho contra tu muslo, abriendo la rodilla presiona firmemente, haz un círculo con tus brazos hasta juntar las palmas arriba de tu cabeza, bájalas lentamente hasta el centro del pecho, sostén lo más que puedas y cambia de pierna. Tip: Si te es difícil apoya el pie a la altura del otro talón.
:
8.- Sarvangasana: Boca arriba, lleva las piernas hacia atrás de tu cabeza hasta quedar sobre los hombros, coloca las manos en la espalda apoyando bien los dedos y junta los codos lo más que puedas, sube lentamente las piernas a la vertical, mantente ahí si tu práctica es avanzada o flexiona las rodillas y apoya los pies en la pared. Tip: Pon mantas debajo de tus hombros pero deja tu cuello libre.